Faulkner y Chejov, dos autores clásicos imprescindibles

Son muchas las obras que tenemos en la lista para leer. Y posiblemente no nos alcance la vida para disfrutar de todas. Pero seguramente todos tenemos algunos autores favoritos; esos que recomendamos en cuanta persona nos pregunta qué puede leer.

Personalmente la lista es bastante extensa. Los hay desde clásicos hasta contemporáneos, e incluso autores actuales que ya son verdaderos clásicos. En el artículo de hoy presentaré a dos que me apasionaron desde el primer día que los conocí: William Faulkner y Anton Chejov.

Lo fundamental en William Faulkner

William Faulkner fue un autor odiado y amado. Ahora que ya no está; que hace 50 años que se fue. Continúa siendo un escritor polémico. Y nos ha dejado obras maravillosas e imprescindibles.

Decía de él mismo que era un estudiante perezoso y lento; aunque algunas de sus obras las escribió con tan solo 6 meses de tiempo.

Decía también que era un poeta frustrado, aunque al leerlo podemos descubrir intensas imágenes líricas en su narrativa. Por eso hay que leerlo porque quería escribir y lo hacía sin considerar que fuera tan imprescindible, como la historia demostró que lo era.

Creó un universo dentro del propio mundo. Un condado que dio en llamar Yoknapatawpha con impresionantes árboles milenarios a los que bautizó Snopes, Compson, Sartoris y Sutpen. Y personajes que, al mejor estilo de la Rusia de 1900, presentaban características psicólogicas muy detalladas y experiencias de vida sumamente intensas.

Solía decir que si pudiera escribir nuevamente su obra, lo haría mucho mejor. A lo mejor él podría haberlo hecho mejor, pero solo él. Muchos relacionan su estilo con el de Melville, aunque tiene características propias destacables; entre las que cabría mencionar el importante influjo de la literatura rusa…

Es una frase que suele escucharse, respecto a la obra de Faulkner y no dista nada de la realidad. La influencia de este autor es importantísima y creo que una buena forma de estudiar y entender la literatura latinoamericana es comenzar por Faulkner.

A nivel creativo Faulkner es un verdadero maestro. De quien podemos aprender desde cómo construir una trama concisa y portentosa hasta decidir detalles que hacen a los personajes.

Entre las novelas que sí o sí debes leer se encuentran «El ruido y la furia», «Luz de agosto» y «¡Absalón, Absalón!»

Anton Chejov

Si queremos escribir relatos, no podemos escaparnos de esta lectura. Si queremos disfrutar de una buena lectura, tampoco. Anton Chejov es uno de los autores rusos más recomendables.

Se lo considera el máximo representa de la escuela realista en Rusia y su obra es una de las más importantes de la dramaturgia y la narrativa de la literatura universal.

No hay complejidad, o sí pero tan encubierta que parece no existir. Sus descripciones son absolutamente líricas y te permiten acceder al universo íntimo de los personajes con total fluidez.

Rechazando el discurso literario desde un punto de vista omnisciente, Chejov se adentró en las entrañas de la literatura; ignorando todos los cánones vigentes e implantando una nueva forma de entender la creación; hoy en día, imprescindible.

Para entender el alma moderna, hay que leer a Chejov. Aquel a quienes muchos tuvieron como un autor menor, se convirtió en uno de los mayores maestros para los que amamos las letras.

No es relevante que haya escrito más de mil cuentos, sino cómo los narró. Tampoco que el lapso de escritura haya sido poco superior a los veinte años, sino las cualidades de las que ella se encuentra incendiada. Renovó el género de los relatos y marcó la estructura y evolución que seguiría el cuento desde entonces. Brindó a la literatura un espacio para comprender la evolución del alma humana y la influencia de la época para el desarrollo de las emociones modernas.

A diferencia de Faulkner, Chejov era un excelente alumno. Le gustaba estudiar y era sumamente aplicado. De hecho, gracias a esa constancia y esa dedicación pudo escribir tantos cuentos asombrosos. Entre los mismos, hay algunos que son más recomendables que otros. Entre mis favoritos se encuentran: «Vanka», «La muerte de un funcionario», «Historia de un contrabajo» y «Réquiem».

Hay muchos otros autores imprescindibles. Ya volveré otro día con más de mis favoritos, que espero se conviertan también en los favoritos de todos ustedes.