Literatura con nombre de mujer

Que mujeres de muy diferentes tipos y razas han inspirado a los artistas es uno de los hechos más frecuentes que han sucedido a lo largo de siglos y siglos de historia. Y la literatura no ha sido una excepción.

En este caso nos vamos a centrar en algunas obras que han tenido a una fémina, real o ficticia, como protagonista y ella al mismo tiempo ha prestado su nombre al trabajo en concreto. Es lo que se podría llamar como literatura con nombre de mujer.

La novelista inglesa Charlotte Brontë, autora de Jane Eyre (1847) o Cumbres borrascosas (1847), publicó en el año 1849 el libro Shirley. De corte social es este trabajo que toma como telón de fondo la depresión industrial que sufre la ciudad de Yorkshire tras las guerras napoleónicas.

Shirley Keeldar es el nombre del personaje protagonista de dicha novela en la que se cuentan los levantamientos que se producen dentro de la industria textil de dicha urbe.

Una de las obras más importantes de toda la historia de la literatura universal y especialmente del siglo XIX es Ana Karenina. El escritor ruso León Tolstoi fue el autor de este trabajo, publicado en el año 1877, que está considerado como punto cumbre dentro del movimiento artístico del Realismo.

Un ser inquietante, apasionante y muy atrayente es Ana, su protagonista, que muestra su pasión por la vida teniendo como escenario una convulsa Rusia.

Dicho autor aprovechó estas páginas para contarnos la historia de Karenina pero fundamentalmente para llevar a cabo una punzante crítica a la sociedad de aquel país que se había dejado arrastrar por aspectos tan banales y carentes de valor como la superficialidad.

Literatura en castellano con aroma de mujer

También la literatura hecha en castellano ha recurrido a un nombre femenino para dar título a libros llenos de sentimientos, de vivencias y de pasiones.

La afamada novelista peruana Isabel Allende ha sido una de las autoras que ha hecho utilización de este recurso y de ello es fiel ejemplo su trabajo Eva Luna. En el año 1987 fue cuando lanzó al mercado esta obra que se caracteriza, entre otras cosas, por poseer ciertos tintes del realismo mágico.

En ella da protagonismo y voz a una mujer, huérfana de madre, que se gana la vida como limpiadora doméstica y para la que cada día es una auténtica prueba de supervivencia.

Marina es, por su parte, una de las novelas más importantes del escritor catalán Carlos Ruiz Zafón. En 1999 fue cuando publicó dicha obra que transcurre enla Barcelona de 1979.

En ella se cuenta la historia de un adolescente de quince años (Óscar) que en una de sus salidas del internado conoce a Marina, una joven de dieciséis años, y a su padre (Germán). A partir de ahí se irá forjando una amistad, un amor y un interesante objetivo: descubrir qué misterio se oculta en una antigua fábrica ortopédica de los años 40 de la capital catalana.

Como se ve la mujer ha desempeñado un papel importante dentro de la literatura tanto como musa, como autora o como inspiración. A estos libros habría que añadir otros muchos más entre los que se encontrarían obras insignes como El diario de Ana Frank (1947), Madame Bovary (1857), Alicia en el País de las Maravillas (1865) o Malena es un nombre de tango (1994).