De la espalda del tronco escondido
y sus brazos de sombra,
lentamente fuiste haciendo su opimo fruto.
Nada te costo nutrir su savia
con la sangre aglomerada de tu beso.
Ni te costo extraer de sus raíces
una flor flagrante de aromas.
En las hojas anduvieron tus ojos
otorgando el calor y la dulzura,
conservó el denso su follaje
con los signos de tu mano de sustancia.
Tu acercaste el rocío a la hoja
como un mana trepando de la greda
y llenaste de moles acuosas mi boca,
como si tus labios no dejaran los míos agrietarse en calma.
- Autor: RICARDO ALVAREZ ( Offline)
- Publicado: 8 de mayo de 2011 a las 00:21
- Categoría: Amor
- Lecturas: 51
- Usuarios favoritos de este poema: GITANA DULCE
Comentarios3
MI HERMANO QUERIDO DEL ALMA, QUE BELLO POEMA HAS TRAIDO HOY, ME HA ENCANTADO MI RICARDO, ME LO LLEVO CON TU PERMISO
ABRAZOS DE TU HERMANA.
SENTIMIENTOS HERMOSOS ¡¡¡¡¡¡¡¡¡
ES BONITO LEERTE
ABRAZOS DTB
Nutriente es tu poesia, es hermosa
Un Abrazo 🙂
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