Mujer que derrites el panal del verano
con la espesa miel de lava en tus manos
y por el volcán de tu pecho llora la sangre
de la azul suspensión hambrienta de los hombres.
En ti despierta el invierno su lado afable y
sobre tus hombros de abundancia
descansan los astros sus penas de lumen y
los dolores abandonan sus místicos rituales.
Todo tu cuerpo semeja una antorcha,
una dorada fragua alimentada de la primavera.
En tus senos resaltan dos novas
mostrando sus únicos montículos de fruto y poma.
El sol de la tarde reposa su luz de estanque y
la nube deja su vestido de cristales atrapada en tu piel infinita
y cuando abre la noche sus pestañas de horizonte oscuro
te vislumbro como la brillante ostra
sentada sobre la piedra perfumada.
Adivino tu vientre besado por las nubes y el suelo derramando
La lagrima del amor en su cuota de brea y salitre.
Nada semeja tus cascadas verticales
de la adictiva uva que emergen tus propios dones
y mis sentidos embriagados
atrincherados en tus arcones de escarapela y patria.
- Autor: RICARDO ALVAREZ ( Offline)
- Publicado: 9 de mayo de 2011 a las 00:08
- Categoría: Amor
- Lecturas: 130
- Usuarios favoritos de este poema: GITANA DULCE, Carmen Angelical
Comentarios3
MI HERMANO QUERIDO QUE BELLO POEMA EN AZUL INTENSO HAS TRAIDO HOY MI HERMANO ENAMORADO...
ABRAZOS DE GITANA
Preciosas letras
Un abrazo
Carmen
El sol de la tarde reposa su luz de estanque y
la nube deja su vestido de cristales atrapada en tu piel infinita
y cuando abre la noche sus pestañas de horizonte oscuro
te vislumbro como la brillante ostra
sentada sobre la piedra perfumada.
SENCILLAMENTE PRECIOSO
ABRAZOS DTB
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