Tras el duplicado cristal de torre alta.
claustro de oficina, local mercenario del alma.
Persigo la conquista del marco y la ventana.
Pasa una paloma en parapeto sin poder tocarla.
Cerca de las metálicas caravanas
el florista reparte alegres ramos amantes
Y yo...
yo licuado de grises que infectan los poros y
acortan la compañía de la prosa en diálogo.
¿ Cómo arrimar un verso titilante con los ojos inflamados?
La permanencia del color se conjuga uniforme,
Hasta el ápice de la tolerante roca.
Escritorios, sillas y paredes van cegando mis ojos de monotonía.
Quizás cuando salga del tiempo de las
paredes alfombradas y la prisión de la hora,
el oscuro haya teñido los árboles,
o crea que mi mirada es presencia ilusoria
o mis ojos ya perdieron su espacio de orbita y
halle dos peces muertos en sus huecos.
- Autor: RICARDO ALVAREZ ( Offline)
- Publicado: 13 de julio de 2011 a las 00:10
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 29
Comentarios1
Buen poema sobre el planeta humano, hermano mio,
abrazos de tu hermana querida...
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