Vas con tu madero de mudada axila,
posas tu reino de betunes
a cada esquina donde el cuero arrastra su vejez.
Lustras la confesión de los urbanos pecados,
peinas la virtud mínima de la miseria
rascando tu arpera uña de trapo
deshojas la costumbre ambulante del sátrapa del asfalto.
El ancestral paño de cuello roto
mueve sus aletazos de cisne negro,
el tiempo va carcomiendo tus dedos
y la vista en ancla de vereda ignora la ajena mirada de escrutinio.
Esas manos saben del frío trabajo y
la conquista del pan caminante.
Tus dedos acatan la orden del cepillo y
decoran los paisajes ambulantes,
tienes el don y arte del negro brazo que no usa guante.
Cuando la tarde brota tu necesidad de miga
su ultima gota de luna acompaña tu retiro
con el secreto de los pasos que limpiaste
y el honroso auguro del alba promete una figazza,
cuando tu cajón de artesa y confesionario
establezca su trono ambulante y
desafíe palabras voraces de lenguas no escuchadas.
- Autor: RICARDO ALVAREZ ( Offline)
- Publicado: 19 de julio de 2011 a las 00:15
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 22
- Usuarios favoritos de este poema: GITANA DULCE, De Marco Liliana
Comentarios2
QUE BELLA HERMANO MIO LA HISTORIA DEL LUSTRABOTAS...
ABRACITOS MI QUERIDO HERMANO TE QUIERO MUCHOOOOOOO
MARIA ROSA.
No en vano siempre dije que es usted grande poeta, que honor para mi disfrutar la bondad que emana de su alma y que generosamente nos acerca su tinta
Un abrazo del alma
Bendiciones Ricardo
Lilian
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.