Días atrás, según informó la agencia Xinhua, tuvo lugar en Pekín la inauguración de la Biblioteca Nacional de China, una extraordinaria construcción que costó 178 millones de dólares y que se emplazó en un área de 250 mil metros cuadrados.
Esta biblioteca, cuya magnitud la convierte en una de las tres más grandes del mundo (récord superado sólo por las bibliotecas nacionales de Francia y Estados Unidos), tiene capacidad para atender a ocho mil visitantes y para entregar hasta 600 mil libros por día. Entre otras ventajas, quienes se acercan hasta este edificio tienen la posibilidad de utilizar cualquiera de las 460 computadoras disponibles (o bien tener acceso inalámbrico a Internet para sus equipos portátiles) y disponer de lectores de libros digitales. Además, se han instalado máquinas con reconocimiento de voz para que las personas no videntes puedan hallar la información deseada.
Como resulta evidente, la biblioteca es amplia y ofrece a los lectores una gran cantidad de comodidades. Sin embargo, es importante destacar que, más allá de esas características, el sitio busca preservar la cultura china y promover la investigación académica de sus tradiciones.
Por ese motivo, además de haber destinado algunas salas para la exposición de viejas publicaciones, desde la Biblioteca Nacional han anunciado la reimpresión de 556 libros antiguos. Esta iniciativa, que contempla la publicación de diversos textos basados en las dinastías Ming y Qing, se llevará a cabo durante los próximos tres años. Según trascendió, para la impresión se emplearán técnicas de avanzada, entre las que se encuentran la microfotografía, el escáner y el fotocopiado.
Este proyecto, revela la agencia Xinhua, se suma al plan desarrollado entre 2002 y 2007 con el respaldo de los ministerios de Hacienda y Cultura, a través del cual ya fueron impresos 758 libros correspondientes a las dinastías Tang y Yuan.
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