Vino, me amó y partió; dejó a su paso
plenitudes, placeres y vacíos;
se perdió como el sol en el ocaso,
como se pierden en el mar los ríos.
Ha de tener el sol otra alborada,
y aunque el río se va, también se queda;
pero de aquella fiera llamarada,
ni el recuerdo quizá en su mente rueda.
Mantúvose en silencio y lejanía
como quien duerme en brazos de la muerte;
y yo permanecí esperando el día
en que de nuevo su alma se despierte.
Y si al abrir sus ojos al pasado
se detienen en mí por un momento,
tal vez vuelva su amor arrebatado
a producir un nuevo ofrecimiento.
Y aquí estaré, en deseos y temblores,
sin recriminaciones, ni exigencia,
para dar nueva vida a aquellas flores
que a punto estuvo de agostar la ausencia.
Volver a Francisco Álvarez
son muy buenos los poemas
"Y aqui estare, en deseos y temblores,
sin recriminaciones ni exigencias."
La ternura citada en este poema, es la que ayuda al poeta a "permanecer, esperando el dia en que de nuevo su alma se despierte." En espera del verdadero amor
Bello.
identifica a cualquiera
nombra lo inevitable que suele suceder alguna vez en la vida
profundamente hermoso...
un descuento al dolor,
con tu amor el dolor
se me olvida, prefiero
ignorarlo, es el precio
de la vida, es el aguijón
que espolea el deseo
y cuando el azar me
regala el silencio tú
lo llenas con tus suspiros
y marcan los instantes
tus latidos, y ya somos
los dueños nada más y
nada menos, que del
tiempo ido.
" Tarda mucho en desvanecerse"
Porque a veces queda por ahí escondido en algún riconcito del alma, que ni cuenta te das, y de pronto se da , un mal encuentro o un buen encuentro y surge todo de nuevo.
Y es allí ese eterno aprecio y nostalgia.
Eso duele.
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ES UN MUESTRA SENCILLA DE LA POESÍA ROMANTICA.
Saludos.
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