No soy yo, somos todos los que ardemos
con los corazones en la boca, mordiendo
sus tejidos hasta la sangre.
Somos todos los que bailamos la melancolía
y ascendemos la definitiva tristeza
con la sonrisa pintada en los labios.
No lo neguéis, hay que decirlo, no soy yo sólo.
Sería muy fácil desaparecer. Ya estaría hundido
Dos metros debajo de las pisadas de los hombres.
Todos me acompañarais cuando viajo a la luz
De difíciles días, sumido en la penumbra
De las calles desiertas, o en las alcobas tristes
Donde pone la muerte su ojo cada día.
Si también me acompañarais a cantar el amor,
A lucir nuestra bandera como un traje de fiesta
A limpiar nuestras calles con la nueva llovizna
Lanzada desde abajo en hermosa parábola.
No soy yo, somos todos los que vamos a morir
De espaldas, lentamente y sin lenguas,
Sin ojos ya, con íntimo cansancio.
Volver a Abelardo Vicioso
MUY BUENO ME ENCANTO
saludos
Saludos!°
Es decir también nuestra soledad le pertenece a ella.
Estamos solos?
[email protected]
Padre poema, la soledad una vez aceptada desaparese.
Y la muerte es simplemente sanación cuando hay penas...
Felicidades.
Que lindo poema
Es este un lindo poema, me encantó.
Felicidades POEMAS DEL ALMA.
Saludos cordiales.
También es bueno estar solo, aprender a conocerte a ti misma, reflexionar sobre cosas que pasan en el día a día, eso también ayuda a ser mejor.
Me gustó tu poema, en realidad nunca se está solo.
Felicitaciones por conservarlo vivo.-
A lucir nuestra bandera como un traje de fiesta
A limpiar nuestras calles con la nueva llovizna
Lanzada desde abajo en hermosa parábola.
Eduardoiv
Felicitaciones.
Rafael.-
La soledad es la musa más familiar que toma nuestra pluma y nos la arrebata, sin pedir permiso.
Me gustó el poema.
gracias
exelentemente hermoso.
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