Siempre quedan los papeles llenos de metralla
encima de alguna mesa.
Pero más triste es morirse de hambre
y sin chaqueta y lejos de la patria.
Por eso hoy, Antonio Machado,
rasgo todos los versos,
todos los discursos de después de la comida
y me quedo en mi cuarto
mirando hacia afuera, mientras sigue la lluvia.
Por eso y porque es febrero,
tantas veces cuajado de nieve
pero tan pocas de copos de libertad.
Y porque el Volga
se deshiela a estas horas y en el Mediterráneo
llamean las aguas que te vieron morir.
Y también
por los dos versos
que encontraron en tu bolsillo y que dicen:
estos días azules
y este sol de la infancia.
Por sobre todo, padre mío,
porque estoy desnudo como los hijos de la mar.
Volver a Agustín Delgado
allí donde no existe la alegría ni la pena
ni se conserva la memoria ni vacía ni llena
me dejarías solo aquí sin más suerte que mi suerte
¿Como pueden nuestras vidas como las hojas ser barridas
por el viento
y quedar el suelo de recuerdos desnudos
y dejarme a mi sin palabras mudo
es que más allá solo impera el desconocimiento?
No culpéis de pesimismo al poeta
por estar siempre pensando en el más allá
Pues eso depende de la edad
es inevitable antes del viaje pensar en la maleta
Felicitaciones.
Rafael.-
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