En esta escalera que conduce al dolor
Decimos que somos testigos de la gloria
De las grandes ciudades que influyeron
Las muy pequeñas Con sus breves
Castillos Iglesias Mansiones
De delgadas y femeninas columnas jónicas
O con el macizo y angular orden dórico.
América Trabajo
Para ser leído:
Ahora que mi poesía conoce tu oceánica majestuosidad
Ahora que vi al pescador en la rada ocuparse de sus remos
Ahora que la humedad y el frío de tus aldeas me conmueven.
Llevo este poema al libro para que se le honre.
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