Trascendida textura la del aire
en que la luz desvela su entidad
de ilusoria materia. Impasible
trasiego de traslúcidos cuerpos
en la serena suspensión de un ámbito
a cuya cualidad intemporal
propenderá el espacio.
El lugar del vacío
es la revelación de su forma absoluta.
Su realidad más cierta,
el envés de una sombra.
Así nosotros mismos.
Volver a Amparo Amorós