Recuerdo las frondas del combate
Frente al tiempo que parecía
Estático, frente al campo abierto.
Pregunté por ti desde las ramas
Del sueño y su claroscuro:
Supe que podíamos tallar
Nuestras figuras y macerar
El alma con la corriente hipnótica
Del anhelo y del buen augurio.
No creo que olvides al brazo
Que espera abierto para recibirte;
Porque el olvido como la espera
Lucen como el llanto
Y el pecho ahógase en su respiro.
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