La enésima vez al cubo
Duplicado por la diferencia de nada
Es la resultante de la cuadratura
De tu mirada.
El músculo se elonga, distancia
Madreperla del horizonte gris,
Gotea a media tarde,
Se condensa extrañamente sufrido
Y reverbera a destellos fluorescentes
En la noche de tus párpados
Que cansados se desplazan cadenciosos
Por la elipse metálica y brillante
De la suavidad de los cabellos
Apocalípticos y breves, casi ya
Caídos en la primavera estelar de las constelaciones ciegas
Y por lo tanto eternamente hermosas,
Devoradoramente bellas...
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