Ángeles Carbajal

En un rincón de Asturias llamado Argüelles, nació en 1959 la poetisa Ángeles Carbajal. Estudió Historia del Arte y colabora desde hace tiempo en importantes revistas literarias como Reloj de Arena y Clarín.
Cultiva la narrativa y la poesía y entre sus obras más importantes se encuentran "La caligrafía de la distancia" y "La sombra de otros días". Además, es ilustradora y ha colaborado en muchas ocasiones con diseños de su autoría para diversas publicaciones colectivas. Ha sido escogida también para formar parte de vastos jurados en concursos de literatura y artes plásticas y dirige talleres de creación literaria desarrollados por la Obra Social y Cultural de CajAstur.
Uno de los poemas que podrás encontrar en nuestra web es "Los ojos más dulces de la tierra". En él, con un mensaje absolutamente cercano, Ángeles habla acerca de las despedidas, del final de las relaciones; expresa que esos ojos que nos comprenden, ese brazo que se nos tiende en los momentos de mayor debilidad, cuando caemos sin fuerza en la calle, siempre son de una persona desconocida, ajena a nuestra propia existencia hasta ese día. Una visión un tanto extremista, pero que revela un hecho al que muchos debemos enfrentarnos: la pérdida de la inocencia y el fracaso en relaciones que parecía serían eternas.

Poemas de Ángeles Carbajal

Seleccionamos del listado de arriba, estos poemas de Ángeles Carbajal:

Estos frágiles instantes

Recuerda: estos frágiles instantes
que caminan hacia el olvido
no son la vida, somos nosotros.
Ella seguirá distante,
no va a pedir disculpas
ni ha de volvernos a ver.

Los ojos más dulces de la tierra

Desengañémonos:
aquellos que más nos quieren
no nos convienen nunca.
Acaban siempre
por tener que tomar alguna
decisión muy grave; nos dejan.

Cuando unos días más tarde
nos caemos en medio de la calle,
de dolor, de debilidad, de desamparo,
alguien a quien ni siquiera conocemos
es quien nos ayuda, y al despertar
en cualquier camilla de hospital descubrimos
en la enfermera de turno que nos cuida
los ojos más dulces de la tierra.

Una gota de agua

Una gota de agua sobre un cristal se vuelve a veces
un borroso círculo de polvo. Yo no quiero que esta
lágrima -y por eso me la trago
se convierta en otra cosa.

Jardins du Luxembourg

De un azul cielo, y leve, y perezoso,
pasean al atardecer, entre el día y la noche
como entre dos delicadezas.
Sonríen mientras leen, y en sus pupilas
hay algo transparente, tan dulce,
tan nunca sabré cómo ni por qué...
Desde las sillas verdes
que salpican los jardines,
apacibles ancianas me regalan
un instante de su serenidad,
sonríen al vernos pasar; jóvenes viajeros
con grandes mochilas y sin paz.

Mi casa

Margaritas, petunias, geranios,
vacas, grillos, cordeles, cestos,
mariquitas de Dios, maíz, telas de araña.
Las golondrinas dibujan
sobre la pared encalada
idénticos e irrepetibles vuelos.
Sombrero de paja, pantalón corto,
camisa vieja, alpargatas; un día más
en el ajetreo feliz de la casa
y de los días sin fin.
Sábanas blancas de algodón
revolotean en el aire.

Pero un día, blancas sábanas de algodón
y de infancia y de madre...
¿qué haré yo sin eternidad?

Un enamorado importuno presenta sus excusas

No fue mi intención,
disculpa.
No se elige el amor,
es como una marea...

No sé cuándo
devolverá a la playa
mi tembloroso corazón
desnudo y roto.