Ahí estás, toda sola,
abandonada
a tu pobre armazón,
a tu mentida hechura.
Ya lo ves, no estás
como eras entonces...
Por todo lo cual, a veces
te ves andando, a veces
soñando, tal vez
sonriendo cuando alguien
te piede contestar
a vacías preguntas.
Todavía
no llega
la palabra
que caiga clara sobre tus sentidos.
No llega
no aparece
la voz que amas,
la voz que hace tanto tiempo estás esperando.
Habrá que continuar,
y que seguir viviendo,
cocinando sin hambre,
trabajando sin fe,
continuar siendo
como un árbol en otoño
que pide a gritos le cubran de hojas
el esqueleto de sus ramas.
Volver a Atala Valenzuela
me gusto mucho,ya que me identifico con esta letra,son muchas las veces que me veo en un esdpejo, y me digo lo que soy y lo abandonada que estoy
También espero la voz amada que tal vez aún no conozco. También deséo que me cubran las ramas de hojas... Pero, Judith: Si éste poéma te hizo 'ver', no te quedes con lo que ves, luchá con todas tus fuerzas por cambiarlo. Queré querer. [email protected]
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