El diplomático, militar y escritor portugués Abel Acácio de Almeida Botelho llegó al mundo en la localidad de Tabuaço el 23 de septiembre de 1855, aunque hay registros que sitúan su nacimiento en 1854 y, otros, en 1856.
Tras sumar experiencia como soldado y progresar en su carrera militar, fue nombrado coronel hacia 1906. A lo largo de su vida, además de ser delegado de la Sociedad Geográfica de Lisboa, Jefe del Estado Mayor de la Primera División Militar e integrar entidades como la Academia de las Ciencias de Portugal, la Asociación de Periodistas y Escritores Portugueses y la Asociación de Prensa de Portugal, Botelho se destacó en el plano de las letras, ámbito en el cual consiguió ser en su país un exponente del naturalismo.
“Lira insumisa”, “Germano”, “Claudina”, “Fruta del tiempo”, “Vencidos de la vida”, “El barón de Lavos” (volumen lanzado en 1891 y reeditado en 1898 con el que se da inicio a la serie conocida como “Patología Social”) y “Próspero Fortuna” son parte de los títulos que componen su producción literaria, conocida y valorada tanto por lectores portugueses como por aficionados a la lectura de otras partes del mundo. Además, aportó textos a publicaciones como “O Dia”, “Revista Literaria” y “O Repórter”, por mencionar algunas a modo de referencia.
En 1911, a raíz de sus tareas diplomáticas, se instaló en Argentina para desempeñarse en Buenos Aires como embajador de la República Portuguesa. El 24 de abril de 1917, Abel Botelho encontró la muerte en suelo argentino. Dos años después de su deceso, en Portugal se editó “Amor criollo”, novela que el escritor no llegó a concluir. En 2002, a modo de homenaje, la Asociación Biblioteca de Mujeres en conjunto con la comunidad portuguesa en Buenos Aires realizaron un evento para conmemorar un nuevo aniversario de su fallecimiento.
Debes estar registrad@ para poder comentar. Inicia sesión o Regístrate.