Agustín de Foxá

El periodista, diplomático y escritor Agustín de Foxá y Torroba, quien fuera IV marqués de Armendáriz y III conde de Foxá, nació el 28 de febrero de 1906 en suelo madrileño.

Las primeras composiciones poéticas de este español que se formó en Derecho y en 1930 inició su experiencia diplomática aparecieron en “De todo un poco”, una publicación del Colegio del Pilar. Con el tiempo, este hombre que en el marco de la Guerra Civil se salvó por poco de ser fusilado colaboraría en medios como “ABC” y “La Gaceta Literaria”, además de desarrollar teatro tanto en prosa como en verso.

“La niña del caracol”, “El toro, la muerte y el agua”, “Madrid, de Corte a checa”, “El almendro y la espada”, “Misión en Bucarest y otras narraciones” e “Historias de ciencia ficción” son parte de las propuestas que, aún en la actualidad, permiten apreciar las habilidades literarias de este intelectual multifacético que ejerció la diplomacia en ciudades como Sofía, Bucarest (donde se desempeñó como secretario de la embajada), Bombay, Roma (urbe en la cual lo expulsaron en 1940 por estar considerado allí sospechoso de tareas de espionaje), Helsinki, Buenos Aires y La Habana.

Quien fuera además director de “Legiones y Falanges” recorrió Hispanoamérica ofreciendo conferencias y, entre 1949 y 1950, continuó su recorrido por el mundo pero, en esa oportunidad, en el marco de una “misión poética” junto a otros renombrados poetas.

En 1955, años después de haber sido condecorado con el Premio Mariano de Cavia y de haber estado lejos de su tierra natal, Agustín de Foxá retornó a su patria y fue aceptado por la Real Academia Española para ser parte de sus integrantes. El destino, sin embargo, impidió que entrara en funciones como académico ya que encontró la muerte el 30 de junio de 1959, quedándose así sin la posibilidad de pronunciar su discurso de ingreso.



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