El 11 de junio de 1949 se produjo en la ciudad cubana de Santa Clara el nacimiento de Agustín Rojas Anido, un exponente del mundo de las letras que enriqueció con su creatividad y habilidad narrativa al género de la ciencia ficción. Agustín de Rojas fue el seudónimo que empleó para firmar las obras que le dieron una gran notoriedad tanto dentro como fuera de su país.
Más allá de dedicarse a la escritura, el responsable de libros como “Espiral” (material que en 1982 le permitió ganar un Premio David), “Una leyenda del futuro” y “El año 200” completó una licenciatura en Ciencias Biológicas y trabajó en la Escuela de Instructores de Arte ubicada en Villa Clara dando clases de Historia del Teatro. Asimismo, formó parte de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) e integró el Consejo Nacional de la Brigada Hermanos Saíz.
Isaac Asimov, Robert A. Heinlein, Lovecraft, Ray Bradbury y Miguel Collazo fueron algunos de los escritores que ejercieron una fuerte influencia en la producción de Rojas Anido, quien en 1988 estuvo en Budapest para asistir a un Congreso Internacional de Ciencia Ficción.
Tras varios años cautivando con sus relatos a los aficionados de la ciencia ficción, este cubano empezó a desarrollar textos focalizados en la ética social y el cristianismo. En reconocimiento a “El publicano”, en 1997 Agustín celebró la obtención del Premio Especial de Novela Dulce María Loynaz. Asimismo, desarrolló artículos que aparecieron en la revista editada por la diócesis de Santa Clara.
Ya enfermo de cáncer y sumergido en una profunda depresión a raíz de ese diagnóstico, este novelista rechazó la atención médica y se negó a alimentarse hasta que, el 11 de septiembre de 2011, encontró la muerte en su tierra natal. Cabe destacar que además de los títulos mencionados líneas arriba, el legado de Agustín Rojas Anido incluye opciones como “Catarsis y sociedad” e “Historia del teatro”.
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