Agustín Yáñez

El mexicano Agustín Yáñez Delgadillo, además de haber dejado huella en el plano político, enriqueció al patrimonio cultural de su país con cuentos, ensayos y novelas.

Este hombre, miembro de una familia nativa de Yahualica, nació el 4 de mayo de 1904 en Guadalajara, donde creció y estudió.

Décadas después de haber completado una licenciatura en la Escuela de Jurisprudencia de su localidad natal, este autor hizo una maestría en la Facultad de Filosofía y Letras dependiente de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), presentando en ese entonces una tesis titulada “Don Justo Sierra: su vida, sus ideas y su obra”.

Quien fuera integrante de la Academia Mexicana de la Lengua (institución que dirigió entre 1973 y 1980) presidió la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos, intervino en la creación del Instituto de Ciencias y Letras de Nayarit en sus tiempos de secretario de Educación Pública y participó en el Seminario de Cultura Mexicana. Asimismo, pasó por El Colegio Nacional y en el estado de Jalisco fue gobernador.

“Por tierras de Nueva Galicia”, “Al filo del agua”, “La tierra pródiga”, “Las tierras flacas”, “Ojerosa y pintada”, “Tres cuentos”, “Las vueltas del tiempo” y “La ladera dorada” son algunas de las obras que componen la producción literaria de este escritor cuya figura fue realzada con distinciones como el Premio Nacional de Ciencias y Artes en la categoría de Lingüística y Literatura y el Premio Nacional de Letras.

“Pasión y convalecencia”, “Flor de Juegos Antiguos”, “Llama de amor viva”, “Melibea, Isolda y Alda en tierras cálidas” y “Esta es mala suerte” son otras propuestas de lectura lanzadas por Agustín Yáñez, novelista, ensayista y narrador que, producto de un problema cardíaco y un enfisema pulmonar, murió en la Ciudad de México el 17 de enero de 1980. Sus restos, desde entonces, descansan en la Rotonda de las Personas Ilustres.