El 23 de noviembre de 1883, la ciudad cubana de La Habana fue testigo del nacimiento de Alberto Galt y Escobar, descendiente de Sara Escobar de Cisneros. Su padrastro, un periodista y escritor conocido como Waldo A. Insúa, lo adoptó a temprana edad: de él, además de la pasión por el universo literario que también tuvo su hermana Sara, heredó el apellido que lo distinguió tanto a nivel personal como profesional, ya que pasó a identificarse como Alberto Insúa.
Trece años tenía cuando se mudó con su familia a territorio español, donde se formó en Derecho y dio sus primeros pasos como periodista. “Blanco y Negro, “Nuevo Mundo”, “El Imparcial” y “El País” fueron algunos de los medios a los cuales aportó textos. En tiempos de la Primera Guerra Mundial, en tanto, se desempeñó en París como corresponsal de periódicos como “ABC” y “La Correspondencia de España”.
Sus habilidades para la literatura las aprovechó para crear relatos y novelas cortas que se difundieron dentro de la colección “El Cuento Semanal”, así como también le dio origen a propuestas como “De un mundo a otro”, “La mujer fácil”, “El negro que tenía el alma blanca”, “Las flechas del amor”, “Humo, dolor, placer”, “Un enemigo del matrimonio”, “El amante invisible” y “Un corazón burlado”. Cabe destacar que muchas obras de Insúa fueron traducidas a múltiples idiomas y tuvieron adaptaciones cinematográficas.
Quien fuera integrante de la Sociedad de Cursos y Conferencias de la Residencia de Estudiantes y participara en el Ateneo de Madrid, según se advierte al repasar la trayectoria del padre de la autora Sara Insúa de Palacios, fue fundador de la Editorial Pérez Villavicencio. A lo largo de su vida sumó experiencias en Buenos Aires y hasta trabajó en Vitoria y en Málaga como gobernador civil.
El 8 de noviembre de 1963, Alberto Insúa encontró la muerte en Madrid.
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