La figura del cubano Alberto Serret no sólo es elogiada a nivel internacional por los aportes que este hombre nacido en Santiago de Cuba en 1947 realizó en materia literaria sino también por el talento que evidenció en su rol de editor, guionista de cine y libretista de radio y televisión.
Según recuerdan los expertos que han analizado su vida y obra, este exponente del mundo de las letras se graduó en 1974 como Ingeniero Civil, una carrera que completó en el Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría de La Habana. Ese mismo año, Serret debutó como poeta al presentar «Figuras soñadas y cantadas».
Tiempo después se mudó a la Isla de la Juventud, donde se desempeñó como asesor literario. Ya casado con la escritora Chely Lima, este cubano vio recompensada su labor con el Premio Nacional Edad de Oro que ganó gracias al poemario para niños «Jaula abierta».
En colaboración con su esposa, Alberto elaboró cuentos de ciencia ficción que se compilaron en el libro «Espacio abierto», así como también probó suerte como dramaturgo al armar «Retratos», una obra que se estrenó en 1984.
«Escrito para Osmani» sería, temporadas más tarde, otra de las propuestas que lo llenaría de satisfacción personal ya que le permitió acceder al Premio Nacional de la Crítica.
En 1992, el también responsable de «Los asesinos las prefieren rubias», «Consultorio terrícola» y «La leyenda de la X» se mudó junto a Lima a Ecuador, país donde amplió su producción literaria y concretó proyectos para la pantalla chica. Allí además fue editor, impartió cursos y talleres en múltiples instituciones culturales y elaboró artículos para medios como «El Comercio», «La Hora» y la revista del Consejo Nacional de Cultura.
Años después, el matrimonio fundaría la colección Aché para lanzar nuevos cuadernos de poesía y desarrollaría libretos para series que fueron emitidas por la cadena Ecuavisa.
En marzo de 2000, el corazón de Alberto Serret dejó de latir.
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