Alcides Spelucín

La vida del político, educador y escritor Alcides Alejandro Spelucín Vega, peruano al cual se considera por su desempeño poético un gran representante del modernismo tardío, comenzó el 16 de agosto de 1895 en el distrito de Ascope.

Tras asistir en la capital del departamento de La Libertad al Colegio Nacional San Juan, este hombre que llegó a tener experiencia como senador y diputado asistió a la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Trujillo.

Quien fuera amigo y colega de César Vallejo (compañero suyo en el Grupo Norte que en sus orígenes estaba identificado como la agrupación “Bohemia de Trujillo”), según se advierte al repasar su trayectoria, dio a conocer versos de su autoría colaborando con medios como “El Federal” y “La Reforma”.

Hacia 1918 tuvo oportunidad de visitar Cuba y Estados Unidos, realizando actividades laborales en La Habana y Nueva York. De regreso en su patria, fundó y dirigió en Trujillo el periódico “El Norte”.

“El libro de la nave dorada” es el libro que lanzó en 1926, temporadas antes de obtener un puesto en la secretaría perteneciente a la Facultad de Letras de la Universidad de San Marcos. Ya habiendo completado un doctorado en Filosofía y Letras, aportó textos a la revista “Mundial”, incrementando así su popularidad como poeta.

En 1932, este peruano que se involucró en la fundación del Partido Aprista marchó a suelo colombiano en condición de desterrado. Volvió a Perú dos años más tarde, época en la cual estuvo al frente de la cátedra de Teoría Literaria dictada en San Marcos. Cuando tuvo que marcharse nuevamente de su país, eligió a Argentina y allí permaneció hasta su último suspiro.

El 27 de mayo de 1976, Alcides Spelucín encontró la muerte en Bahía Blanca, ciudad que lo tuvo por varias décadas como docente del Instituto Tecnológico, llegando a ocupar asimismo el cargo de vicerrector.



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