El 21 de mayo de 1688, en Londres, nació el escritor y traductor inglés Alexander Pope. Hijo del comerciante Alexander Pope Sr. y de Edith Turner, fue criado bajo los preceptos de la religión católica.
Gran parte de la formación de Pope se llevó a cabo en su hogar ya que las leyes de la época impedían el acceso de los católicos a los establecimientos educativos. A esta situación se sumó que en su infancia y adolescencia tuvo que enfrentar diversos inconvenientes de salud: entre ellos el mal de Pott, que provocó una deformación de su cuerpo e impidió su crecimiento normal.
Su tía le enseñó a leer antes de que pudiera ingresar al Twyford School. Más adelante tuvo la oportunidad de asistir a dos escuelas católicas en Londres, aún cuando eran ilegales.
Su educación formal finalizó en torno al año 1700, cuando su familia se instaló en la zona de Binfield. Pope continuó su formación de forma autodidacta y leyó a clásicos como William Shakespeare y Geoffrey Chaucer, además de estudiar idiomas.
Aunque empezó a escribir poemas a los 12 años, su obra “Pastorals” –que fue publicada en 1709– fue su desembarco formal en el terreno de la literatura. A este trabajo le siguió “Essay on Criticism” (“Ensayo sobre la crítica”) en 1711.
Ya reconocido como autor, continuó su producción literaria con obras como “Elegía a la memoria de una dama”, “Eloisa a Abelardo”, “El rizo robado” y “Ensayo sobre el hombre”. Además tradujo la Ilíada y la Odisea de Homero y colaboró con publicaciones como The Spectator y The Guardian.
Autor del epitafio de Isaac Newton, Alexander Pope tuvo entre sus amigos a John Gay y Jonathan Swift, con quienes creó la tertulia londinense conocida como Scriblerus Club. Su fallecimiento se produjo el 30 de mayo de 1744 en Twickenham.
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