La vida del español Alfredo Gómez Cerdá, un escritor que lleva décadas aportando materiales literarios destinados principalmente a los lectores más jóvenes, comenzó en suelo madrileño en 1951.
Tras estudiar en el colegio Amorós y completar el Bachillerato, este autor que cultivó su pasión por la escritura desde temprana edad y se dejó cautivar por el teatro en su adolescencia se inscribió en la Facultad de Filología Española. Terminó la carrera pero no utilizó sus conocimientos para ejercer la docencia sino que los aprovechó para enriquecerse como escritor. Antes de cumplir sus primeras tres décadas de vida, Gómez Cerdá, que para ese entonces ya tenía un hijo de corta edad, se desempeñó como guionista de cine.
“El árbol solitario” y “Las palabras mágicas” fueron las primeras obras que este español desarrolló con la idea de consolidarse en el plano literario. Con el tiempo llegarían “El cartero que se convirtió en carta”, “La princesa y el pirata”, “El laberinto de piedra”, “El monstruo y la bibliotecaria”, “Habitación doble para uso individual”, “El cuarto de las ratas”, “Las trenzas de Luna”, “La noche de la ciudad mágica”, “El tigre que tenía miedo a las gallinas”, “Sin billete de vuelta”, “Noche de alacranes” y “Barro de Medellín”, entre muchas otras propuestas de su autoría.
Gracias a su buen desempeño como escritor, Alfredo Gómez Cerdá logró transformarse en un autor de fama internacional y acumular un gran número de galardones. Hoy en día, este prolífico cuentista y novelista tiene varios de sus libros traducidos a múltiples lenguas (publicados en países como Italia, Noruega, Canadá, Brasil, China, Suecia y Alemania) y respalda su trayectoria con distinciones como el Premio El Barco de Vapor, el Premio Macondo, el Premio Gran Angular, el Premio Lector 2008, el Premio Cervantes Chico y el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil, por mencionar algunas.
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