La creadora de “Como todas las mañanas” y “El mundo no es de polenta”, entre otras obras, es una argentina llamada Alicia Steimberg que, además de destacarse como escritora, sumó experiencia en el ámbito de la traducción.
El nacimiento de esta mujer con antepasados rusos, rumanos y ucranianos se produjo el 18 de julio de 1933 en Buenos Aires. Creció marcada por las dificultades económicas de su familia, quedando huérfana de padre siendo una niña de apenas ocho años de edad y viendo los sacrificios de su madre para salir adelante cuando perdió su empleo.
En su juventud, ya interesada en la escritura, Alicia asistió al Instituto Nacional del Profesorado en Lenguas Vivas, consiguiendo primero el título de maestra normal y, con el tiempo, el de profesora nacional con especialización en inglés.
“Músicos y relojeros” salió a la luz en 1971 y fue el primer libro que publicó. Desde entonces cautivó a críticos y lectores con “La loca 101”, “Su espíritu inocente”, “El árbol del placer”, “Cuando digo Magdalena” y “Una tarde de invierno un submarino”, por enumerar más trabajos suyos.
Al repasar su trayectoria se advierte también que, a mediados de los años ’90, Steimberg integró la Secretaría de Cultura de la Nación, encargándose de la dirección de la Sección de Libros. Haber coordinado talleres de literatura y traducido textos del inglés fueron otros de los desafíos que asumió esta intelectual que, por invitación del Instituto Cervantes, en 2008 viajó a Roma para brindar una charla focalizada en la creación literaria.
Su producción, enriquecida asimismo con títulos como “Amatista”, “Vidas y vueltas”, “Aprender a escribir. Fatigas y delicias de una escritora y sus alumnos” y “La música de Julia”, está disponible en múltiples lenguas. Por su buen desempeño como escritora, Alicia Steimberg fue respaldada con una beca concedida por la Fundación Fullbright y con distinciones como el Primer Premio otorgado por la Sociedad Argentina de Escritores, el Premio Planeta del Sur y el Konex de Platino en la modalidad de Traducción.
El 16 de junio de 2012, Alicia Steimberg encontró la muerte en el Hospital Italiano situado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, adonde había sido ingresada después de sufrir una descompensación cardíaca en el marco de una reunión con amigas.
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