El escritor francés Alphonse Daudet, quien se desempeñara como secretario del Duque de Morny y trabajara en la localidad de Alès como maestro de escuela, nació el 13 de mayo de 1840 en la ciudad de Nimes. Sus padres fueron Adeline Reynaud y Vincent Daudet.
Al repasar su legado cultural, es posible advertir que este hombre que completó en Lyon la escuela secundaria además de elaborar narraciones y novelas sumó experiencia como colaborador del periódico “Le Figaro”. Siguió el camino de las letras al igual que su hermano Ernest, historiador, periodista y novelista francés que nació en mayo de 1837 y falleció en agosto de 1921.
Entre 1866 y 1874, diversas publicaciones francesas difundieron relatos de su autoría que se compilaron bajo el título de “Cartas desde mi molino”. En “L’Événement”, por ejemplo, se presentaron en formato de folletín bautizados como “Crónicas provinciales”.
“Poquita cosa”, “Fromont hijo y Risler padre”, “Mujeres de artistas”, “Jack”, “Los reyes en el exilio”, “El evangelista” y “El inmortal” son algunas de las propuestas que han permitido apreciar su talento como novelista. En el rol de dramaturgo, Daudet enriqueció al universo artístico con obras teatrales como “El último ídolo” y “Los ausentes”.
Con los años, aparecieron además trabajos como “Tartarín en los Alpes”, “Cuentos del lunes”, “Recuerdos de un hombre de letras” y “Treinta años de París”, muchos de los cuales se tradujeron a varios idiomas y permitieron de este modo ampliar la popularidad de este autor.
Alphonse Daudet, padre de los también escritores Lucien y Léon Daudet, encontró la muerte en París el 16 de diciembre de 1897 como consecuencia de serios problemas de salud que los médicos no pudieron frenar ni revertir por ser parte de una enfermedad incurable. Para su descanso eterno, sus restos fueron llevados al cementerio del Père-Lachaise ubicado en la capital francesa.
Debes estar registrad@ para poder comentar. Inicia sesión o Regístrate.