Andrés Sabella

Es habitual que se agrupe a escritores con características en común en movimientos conocidos como “generaciones”. En Chile, por ejemplo, existió la Generación del 38, que contó con figuras como Gonzalo Rojas, Volodia Teitelboim y Nicomedes Guzmán.

De este conjunto también forma parte Andrés Expedito Florentino Sabella Gálvez, un autor que suele ser mencionado simplemente como Andrés Sabella. Nacido el 13 de diciembre de 1912 en Antofagasta, completó la educación primaria y la educación secundaria en el Colegio San Luis de su ciudad natal, donde tuvo como compañero al futuro político Radomiro Tomic Romero.

Sus inicios literarios fueron precoces. A los 17 años publicó poemas de su autoría en una antología y al siguiente año lanzó su ópera prima: el libro “Rumbo indeciso”. Ya con esta obra editada, Sabella se instaló en Santiago para estudiar Derecho en la Universidad Católica.

Tiempo después, dejó dicha casa de estudios y retomó su carrera en la Universidad de Chile. Sin embargo, en esta segunda institución tampoco pudo graduarse. Mientras tanto, Sabella continuó forjando su trayectoria en el universo literario como director de una revista y editor de una publicación poética. La política también formó parte de sus intereses: Sabella militó en el Partido Comunista y fue uno de los fundadores, en 1937, de la Alianza de Intelectuales contra el Fascismo.

“La sangre y sus estatuas”, “Vecindario de palomas”, “Norte grande”, “El caballo en mi mano”, “Canciones para que el mar juegue con nosotros”, “Poemas de la ciudad donde el sol canta desnudo”, “Historias para el relámpago” y “Retratos quiméricos” son algunos de los libros de este autor que también mostró su talento para el dibujo y colaboró con La Segunda, La Nación, El Siglo y otros medios de comunicación.

Por su capacidad, Sabella cosechó elogios de Pablo Neruda y Gabriela Mistral. Además obtuvo el Premio Regional de Literatura entregado por el Círculo Literario Carlos Mondaca Cortés y la Orden Ancla de Oro de la Municipalidad de Antofagasta.

Miembro correspondiente de la Academia Chilena de la Lengua y doctor honoris causa por la Universidad Católica del Norte, Andrés Sabella murió el 26 de agosto de 1989. Hoy un aeropuerto de Antofagasta lleva su nombre.