Muchos son los hombres y mujeres que, a lo largo de la Historia, hicieron méritos para dejar huella en el universo literario español. Hoy vamos a repasar la vida y obra de una de las figuras que enriqueció con sus textos a la poesía de su país: Ángela Figuera Aymerich.
Esta mujer, nacida el 30 de octubre de 1902 en Bilbao, asistió en su juventud al Colegio del Sagrado Corazón y se especializó en Letras. En 1932, año en el que celebró su boda con un ingeniero llamado Julio Figuera Andú, logró superar las oposiciones para desempeñarse en el nivel medio como profesora de Lengua y Literatura. En ese marco, Figuera Aymerich comenzó a trabajar en el Instituto de Educación Secundaria ubicado en Huelva.
El 30 de diciembre de 1936, tiempo después de haber dado a luz a un niño que nació muerto, llegó al mundo su hijo Juan Ramón. Los años siguientes la encontraron trabajando primero en la ciudad de Alcoy y, más tarde, en Murcia.
Por respaldar al bando republicano durante la Guerra Civil, toda la familia queda a la deriva, sin propiedades ni empleo. Se instalan entonces en Madrid, donde Ángela retoma la costumbre de escribir, una actividad que le atraía desde joven. “Mujer de barro” fue su primer libro publicado.
“Soria pura”, “Vencida por el ángel”, “El grito inútil”, “Los días duros”, “Víspera de la vida” y “Belleza cruel” son parte de los títulos que dio a conocer temporadas después.
En 1966, esta autora que en 1952 consiguió trabajo en la Biblioteca Nacional de España, tuvo oportunidad de viajar a la Unión Soviética y, en 1969, se trasladó por un tiempo a territorio mexicano.
Ángela Figuera Aymerich regresó a la capital española en 1971. Allí murió el 2 de abril de 1984. De manera póstuma apareció su obra titulada “Canciones para todo el año” y se editaron sus “Obras completas”.
Comentarios1
Un ejemplo de empeño y lucha por sus sueños.
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