La localidad de Jutiapa es la cabecera de un departamento homónimo que se encuentra en el sudeste de la República de Guatemala. Allí, el 31 de enero de 1905, se produjo el nacimiento de María Angelina Acuña Sagastume de Castañeda, una mujer conocida en el ámbito de la literatura simplemente como Angelina Acuña.
Hija de Adela Sagastume y Francisco Acuña, en su juventud se instaló en la Ciudad de Guatemala para estudiar en el Instituto Normal Central para Señoritas Belén. En dicha institución se formó como docente de Educación Primaria y Bachiller en Ciencias y Letras.
Una vez que se graduó comenzó a trabajar en ese establecimiento educativo y también en el Instituto Nacional Centroamérica y en el Instituto América. Más allá de su rol docente, Acuña se destacó como poeta.
Su carrera literaria la inició en la década de 1950, brillando con sus sonetos y versos clásicos. Libros como “Madre América”, “Para que duerma un indito”, “Fiesta de luciérnagas”, “Elogio del soneto”, “Loanza lírica” y “La gavilla de Ruth” le permitieron situarse como una gran referente de la poesía guatemalteca. De todos modos, Acuña también mostró su talento para la prosa en “El llamado de la cumbre”.
Varias de sus obras fueron incluidas en antologías. Ella misma, por otra parte, se unió a Horacio Figueroa Marroquín para compilar poemas de su tierra.
Acuña, quien integró la Academia Guatemalteca de la Lengua, fue reconocida como “Mujer de las Américas” por la Unión de Mujeres de América y como Emeritissimum por la Universidad de San Carlos de Guatemala (distinción que recibieron otros grandes literatos como Humberto Ak’abal y César Brañas). En 1960, en tanto, el gobierno guatemalteco le otorgó la Orden del Quetzal por su labor en el terreno de la literatura.
Angelina Acuña murió el 14 de junio de 2006 en su ciudad natal. Tenía 102 años de edad.
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