El chileno José Antonio Undurraga Pérez-Cotapós, un hombre que nació en Santiago el 3 de agosto de 1911 y se instruyó en el Liceo de Valparaíso antes de completar en la Universidad de Chile una licenciatura en Ciencias Jurídicas y Sociales, desarrolló a lo largo de su existencia actividades que le permitieron viajar no solo con la imaginación.
El repaso de su trayectoria, experiencia y formación da cuenta de sus compromisos laborales dentro de la esfera política, su faceta de abogado y su dedicación a la escritura.
Quien fuera parte del Ministerio de Hacienda y representara a su país con tareas diplomáticas en Panamá y suelo argentino (a las cuales les puso fin en abril de 1975) aportó textos periodísticos a múltiples revistas y diarios.
En relación a su desempeño en el ámbito literario hay que señalar que cultivó los géneros de la novela, el ensayo, el cuento y la poesía, identificándose con la corriente conocida como hermetismo.
Más allá de llevar a cabo antologías centradas en escritores de Chile y dirigir la publicación “Caballo de Fuego”, De Undurraga demostró su creatividad y talento como intelectual mediante “La siesta de los peces”, “Red en el Génesis”, “Fábulas adolescentes y epitafios para el hombre de Indias” y “El mito de Jonás y otros cuentos”, por detallar algunos de sus libros.
Haber ocupado la vicepresidencia tanto de la Sociedad de Escritores como del PEN Club de Chile fueron otros de los desafíos que asumió este autor que, en 1951, vio recompensada su labor como ensayista gracias al Premio Municipal de Literatura y al Premio que le concedió la ya mencionada Sociedad de Escritores de Chile.
Antonio de Undurraga, cuyo legado abarca también opciones de lectura como “Zoo subjetivo”, “Hay levadura en las columnas”, “Absalón no debe morir”, “La diplomacia de Jeremías” y “El eclipse de Narciso y otros cuentos”, encontró la muerte el 3 de diciembre de 1993 en la capital de Chile a causa de una crisis cardiovascular.
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