La vida del periodista y escritor Antonio Garland Sánchez, quien también sumó experiencia como diplomático, comenzó en el distrito peruano de Chorrillos el 22 de junio de 1891.
Este descendiente de la pareja formada por Natalia Sánchez de la Fuente y Antonio A. Garland von Lotten se instruyó en la Facultad de Letras de la Universidad Nacional de San Marcos.
Su primera oportunidad en el ámbito periodístico la tuvo hacia 1909 en “El Diario”, periódico que por entonces dirigía Enrique Carillo y que lo contrató como jefe de crónica.
Tras integrar en 1910 el Ejército de Perú, el autor viajó a la República Argentina. Se instaló en Buenos Aires y comenzó a trabajar en “La Razón”. Un año después, sería corresponsal en Lima de ese mismo medio. “El Comercio” y “La Prensa” fueron otras publicaciones que lo tuvieron como colaborador.
Cabe resaltar que, además de crear artículos periodísticos, Garland Sánchez fue en compañía de Julio Málaga Grenet fundador del semanario “Fantasio”. Asimismo, demostró talento para las comedias al idear propuestas como “El regalo”, “En plena vida”, “La fácil presa” y “Pérez, candidato”, por mencionar algunas a modo de referencia.
En 1914, el intelectual se instaló en España para trabajar en Barcelona como canciller del consulado de Perú, cargo que interrumpió para retornar a su país y retomó en 1918 (tras haber sido secretario en el Ministerio de Fomento). Dos años más tarde, este peruano que también aportó textos a “Variedades”, “La Crónica”, “Caras y Caretas” y “La Actualidad” se sumó al movimiento literario conocido como Colónida.
“La crisis de la diplomacia europea” y “Lima y el toreo” son otros trabajos desarrollados por este autor que muchos recuerdan por su buen desempeño como director artístico de Radio Nacional del Perú.
Antonio Garland Sánchez encontró la muerte en Lima el 4 de septiembre de 1958.
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