Ánxel Fole

Entre los autores gallegos que se formaron antes del estallido de la Guerra Civil, además de Rafael Dieste y Álvaro Cunqueiro aparece Ánxel Fole Sánchez. Hoy, como el título de este artículo lo adelanta, vamos a repasar su vida y obra para que las generaciones más jóvenes de lectores sepan cuáles fueron los aportes culturales de este hombre que desarrolló cuentos, ensayos, poesías, relatos y obras teatrales.

El nacimiento de Ánxel se produjo el 11 de agosto de 1903 en Lugo. Tras ser educado por los Padres Maristas ingresó al seminario y, en 1917, completó el bachillerato. La pasión por la lectura lo impulsó en su juventud a descubrir y apreciar textos de Gustavo Adolfo Bécquer, José de Espronceda, Manuel Curros Enríquez, Antonio Machado, Ramón María del Valle Inclán y Rosalía de Castro.

Dificultades financieras y su creciente interés por el universo literario hicieron que no completara la carrera de Derecho que había iniciado en la Universidad de Valladolid. Este español que residió por un tiempo en Santiago de Compostela, dio sus primeros pasos en el mundo del periodismo estrenando en 1931 “Cartafolio de Lugo”, una serie que se publicó en el periódico “El Progreso”. Meses más tarde fundó y dirigió una revista titulada “Yunque” y, en 1933, se sumó como redactor a “El Pueblo Gallego”. Quien fuera asimismo corresponsal de la agencia de noticias por entonces llamada Febus se encargó también de editar una publicación conocida como “Resol”.

El conflicto bélico desatado en 1936 impidió que saliera a la luz “Auga Lizgaira”, la obra que marcaría su debut como escritor de relatos. Ya alejado de Lugo y en contacto con el ámbito rural, da origen a más libros y, en 1953, retornó a su localidad natal para establecerse de manera definitiva.

“Á lus do candil”, “Terra brava”, “Contos da Néboa” e “Historias que ninguén cre” son parte de los libros que le permitieron conquistar a lectores de diferentes generaciones. Por sus contribuciones a la lengua gallega, en su honor se lanzó un sello postal y en 1997 se resolvió dedicarle el Día de las Letras Gallegas.

Cabe resaltar que este autor que en octubre de 1963 fue admitido en la Real Academia Gallega y en 1984 fue recompensado con la Medalla Castelao falleció el 9 de mayo de 1986 en la ciudad que lo vio nacer.