La vida del periodista y escritor venezolano Aquiles Nazoa comenzó el 17 de mayo de 1920 en Caracas.
Este descendiente de la pareja compuesta por Micaela González y Rafael Nazoa fue, junto a su hermano Aníbal (quien, al igual que él, se dedicó al mundo de las letras), parte de una familia humilde donde el dinero no abundaba. Si bien tenía poco más de diez años de edad cuando tuvo que empezar a trabajar para colaborar con la economía del hogar, Aquiles nunca perdió el deseo ni la voluntad de formarse para ampliar sus conocimientos.
Tras asistir en su niñez a la Escuela Federal Zamora se instruyó de manera autodidacta. Mientras tanto, consiguió empleo como empaquetador en el periódico “El Universal”. Con el tiempo, llegó a desempeñarse como corrector de pruebas y como corresponsal en la localidad venezolana de Puerto Cabello. Gracias a su aprendizaje de idiomas (inglés y francés), Nazoa sumó experiencia también como guía turístico en el Museo de Bellas Artes.
Como integrante del universo de la comunicación fueron varios los medios donde pudo demostrar sus aptitudes: Radio Tropical, la revista colombiana “Sábado”, la publicación cubana “Zig-Zag”, “Últimas Noticias”, “El Morrocoy Azul”, el diario “El Nacional” y “Verbo Democrático”, entre otros.
Acerca de su vida sentimental, hay que señalar que Nazoa quedó viudo poco después de celebrar su boda con Estrella Fernández-Viña Martí. Se volvió a enamorar gracias a María Laprea, con quien se casó en 1949. El 7 de marzo de 1950 fue padre de un niño, al que bautizaron con el nombre de Claudio.
“Caperucita que voló como Omar”, “Poesía para colorear”, “Los dibujos de Leo”, “Caballo de manteca”, “Mientras el palo va y viene”, “Poesías costumbristas, humorísticas y festivas”, “Humor y Amor”, “Historia de la música contada por un oyente” y “Vida privada de las muñecas de trapo” son apenas algunos de los títulos que conforman su extensa producción literaria.
Un accidente automovilístico generó que, el 25 de abril de 1976, Aquiles Nazoa falleciera en Caracas.
Comentarios2
Fue el hombre que pensó en los valores del pueblo, como creador de arte y de cultura. Su poesía está llena de humor, de amor y de protesta.
De su obra "Amor y humor" fueron muchas las parodias que en la escuela de mis afectos logramos escenificar y hasta dramatizar. Siempre me llamó la atención su obsesión por escribirle al pobre cerdo que degustan en un festín. En fin que de la literatura venezolana fue y seguirá siendo Aquiles Nazoa todo un paladín.
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