La literatura puede nutrirse de imágenes hermosas, como un atardecer en la playa o un campo lleno de flores, pero también inspirarse en la miseria y la injusticia. El escritor chileno Baldomero Lillo encontró en las letras un vehículo para denunciar y difundir las pésimas condiciones de vida de los mineros en su tierra natal.
Su nacimiento tuvo lugar el 6 de enero de 1867 en Lota, una ciudad de la provincia de Concepción. Su padre, un buscador de minas, se había instalado allí para dedicarse a la minería. Baldomero y sus hermanos Samuel (quien también sería un famoso escritor) y Filomena, de este modo, iniciaron sus estudios en Lota.
Samuel, sin embargo, pronto se instaló en Santiago, mientras que Baldomero se quedó en principio en su ciudad de nacimiento. Tras la muerte de su padre, tuvo que abandonar la escuela secundaria y empezó a trabajar en una pulpería. Su interés por la realidad de su comunidad lo llevó a enfocarse en la situación de los mineros y a volcar sus observaciones en textos.
En 1898 se radicó en Santiago, donde su hermano Samuel lo ayudó. En la capital chilena comenzó a publicar sus obras literarias: el poema “El mar” apareció ese mismo año en una revista y cinco años después, ganó un certamen de cuentos con un trabajo titulado “Juan Fariña”.
“Sub terra”, lanzado en 1904, fue su primer libro. La obra, dedicada a los obreros de las minas carboníferas, pronto se convirtió en un éxito. En 1907, Lillo presentó “Sub sole”, que sería su segundo y último libro.
El fallecimiento de Baldomero Lillo tuvo lugar el 10 de septiembre de 1923 en San Bernardo. De manera póstuma fueron publicados varios libros que recopilaron otras obras de su autoría, como “Relatos populares”, “El hallazgo y otros cuentos de mar” y “Pesquisa trágica”.
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