Beatriz Guido

La Generación del 55 de la literatura argentina tuvo a Beatriz Guido entre sus principales referentes. Esta autora nació el 13 de diciembre de 1922 en la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe, y se destacó como novelista y como guionista de cine.

Hija de la actriz uruguaya Berta Eirin y del arquitecto argentino Ángel Guido (uno de los creadores del famoso Monumento a la Bandera), se formó en la Universidad de Buenos Aires, estudiando Filosofía y Letras. En 1947 publicó su ópera prima, el libro de cuentos “Regreso a los hilos”.

Tres años después, Guido presentó otra obra de relatos (“Estar en el mundo”) y un ensayo (“Los dos Albertos en la novela contemporánea. Camus. Moravia”). Recién en 1954 desembarcaría en el terreno de la novela con “La casa del ángel”, que le permitió obtener la primera edición del Premio Emecé Argentina.

“Fin de fiesta”, “El incendio y las vísperas”, “La caída”, “Los insomnes”, “Escándalos y soledades”, “La invitación”, “El ojo único de la ballena”, “Apasionados” y “La mano en la trampa” son otros trabajos importantes en la producción de Guido. Cabe resaltar que en 1977 fue dada a conocer la antología “¿Quién le teme a mis temas?”, que reúne textos de su autoría.

Guido se casó con Julio Gottheil en 1950, pero el matrimonio con este abogado apenas duró tres años. Luego comenzó una relación sentimental con el reconocido cineasta Leopoldo Torre Nilsson, su marido desde 1959 y con quien forjó una pareja creativa muy prolífica: Torre Nilsson llevó a la gran pantalla numerosas obras de Guido, y a su vez ella participaba de las películas del director como guionista.

Después del fallecimiento de Torre Nilsson, Guido se mantuvo activa en el séptimo arte, colaborando con Manuel Antín, Fernando Ayala, Javier Torre y Nicolás Sarquis. Como parte de su labor participó de varios festivales internacionales e incluso llegó a encargarse de la elección de actores para distintos filmes.

Polémica, Guido se definió como antiperonista y mentirosa. La escritora confesó que recibió galardones literarios por ser amiga de los jurados y que ella misma concedía las distinciones según simpatías.

Beatriz Guido, ganadora del Premio Nacional de Literatura en 1982 y del Premio Konex de Novela en 1984, falleció el 4 de marzo de 1988 en Madrid, cuando se desempeñaba como agregada cultural de la embajada de Argentina en España.