Christiana Benedicta Hebenstreit nació el 13 de septiembre de 1752 en la ciudad alemana de Leipzig. Esta mujer quedó en la historia como Benedikte Naubert, precursora de las novelas históricas en su tierra natal.
A los cinco años sufrió el fallecimiento de su padre; por eso fue criada por su madre y por su hermanastro. Ambos se esforzaron en enseñarle Griego, Latín, Historia y Filosofía, entre otras materias. Pese a que se inició en el terreno de las letras a temprana edad, Naubert recién pudo publicar su primer trabajo literario en 1785: “Historia de Emma, hija de Carlomagno”.
Dicho libro no llevó su firma, al igual que la mayoría de sus obras, que fueron editadas de manera anónima por voluntad propia. Por entonces aún no había contraído matrimonio con Johann Georg Naubert, el comerciante de quien tomó su apellido. Anteriormente había estado casada con Wilhelm Lorenz Holderrieder, de quien enviudó a los tres años.
Esta particularidad de los libros sin firma hizo que, durante varios años, existieran especulaciones acerca del verdadero autor. Recién 1817 salió la verdad a la luz y por eso su obra “Rosalba”, aparecida ese año, ya lleva su nombre. Se dice que Wilhelm, uno de los hermanos Grimm, fue el responsable de descubrirla.
Además de novelas históricas, algunas de las cuales tuvieron traducciones al inglés y al francés e influenciaron a Walter Scott, Naubert publicó cuentos de hadas, siguiendo los pasos de Christoph Martin Wieland y Johann Karl August Musäus.
“Nuevos cuentos alemanes”, “Sueños encantadores en cuentos breves”, “Excursiones fantásticas al reino de la Verdad”, “Amalgunde, reina de Italia, o el cuento de la fuente mágica” y “Almé, o cuentos egipcios” están entre los principales libros de esta autora.
El fallecimiento de Benedikte Naubert se produjo el 12 de enero de 1819. Tras muchos años de olvido, su trabajo recobró popularidad en la década de 1980.
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