El nacimiento del escritor austríaco Adalbert Stifter, cuyas obras han sido enmarcadas en la corriente Biedermeier, se produjo en Horní Planá el 23 de octubre de 1805.
Durante su juventud, este descendiente de un humilde comerciante de lino estudió Gramática en la Escuela Benedictina de Kremsmünster e intentó especializarse en la Universidad de Viena en Derecho, Matemática y Ciencias Naturales, aunque no llegó a graduarse. Tiempo después, sería profesor e inspector en las escuelas de la Alta Austria, cargos que abandonaría en 1865.
Aunque Stifter logró triunfar en el plano profesional gracias a su talento para la escritura, su vida personal, en líneas generales, estuvo marcada por experiencias negativas. El fallecimiento prematuro de su padre, su vínculo prohibido con Fanny Greipl y el fracaso de su unión matrimonial con Amalia Mohaupt han sido algunos de los acontecimientos que lo empujaron a adoptar, durante largos periodos, una visión pesimista de la vida.
Sus inicios en el mundo de las letras datan de 1840, año en el cual, influido por el desempeño de Jean Paul y Johann Wolfgang von Goethe, decidió probar suerte como escritor a través de «El cóndor», un relato que fue publicado en «Wiener Zeitschrift». «El monte alto», «Piedras de colores», «El sendero en el bosque», «El solterón», «Verano tardío», «Witiko» y «Brigitta», asimismo, son otros de los títulos que, aún en la actualidad, permiten apreciar sus brillantes aptitudes como narrador.
Adalbert Stifter, un autor de fama mundial que ha sido admirado a lo largo del tiempo por varios de sus colegas, perdió la vida en Linz el 28 de enero de 1968 tras un profundo estado depresivo en el que cayó después de que se le diagnosticara cáncer. Por el contexto en el que falleció, algunos expertos no descartan la posibilidad de que el austríaco se haya suicidado.
Debes estar registrad@ para poder comentar. Inicia sesión o Regístrate.