En el mundo literario, uno de los grandes amigos de Jorge Luis Borges fue Adolfo Bioy Casares, un escritor, traductor, periodista y editor argentino que nació el 15 de septiembre de 1914 en Buenos Aires y murió, también en esa ciudad, el 8 de marzo de 1999.
Hijo de Adolfo Bioy y Marta Casares, se crió en el seno de una familia de buen nivel económico. A los 11 años, Bioy Casares ya había creado su primer relato, “Iris y Margarita” y, años después, comenzó a escribir junto a su amigo Borges (a quien conoció por intermedio de Victoria Ocampo) varios relatos policiales bajo el seudónimo de H. Bustos Domecq.
Gracias al estilo clásico y depurado de sus obras, a través de las cuales impulsó el género fantástico, en 1981 obtuvo la membresía a la Legión de Honor francesa y, en 1986, fue nombrado Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires. Además, en 1990 fue distinguido con el Premio Cervantes, entre otros reconocimientos.
Entre sus datos familiares, cabe destacar que en 1934 conoció a Silvina Ocampo, con quien se casaría en 1940 y enviudaría en 1993. Un año después, en 1994, sufrió el fallecimiento de su hija, Marta Bioy.
“La invención de Morel”, “Plan de evasión”, “El sueño de los héroes”, “De un mundo a otro”, “El lado de la sombra”, “Diario de la guerra del cerdo”, “La muñeca rusa”, “Historias fantásticas”, “El héroe de las mujeres” y “Una magia modesta” son algunas de las obras que forman parte del legado literario de Adolfo Bioy Casares, cuyos restos descansan en el Cementerio de la Recoleta.
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