El nacimiento del periodista y escritor chileno Alfonso Alcalde Ferrer se produjo en Punta Arenas el 28 de septiembre de 1921. Doce años después de su llegada al mundo, el autor fue enviado por su padre a Santiago con el fin de continuar la formación académica que había iniciado en su ciudad natal donde, además de asistir a un colegio inglés, había recibido cursos de piano.
Sin embargo, ese traslado no tuvo las consecuencias esperadas: en la capital de su país Alfonso no sólo decidió dejar sus estudios, sino que también resolvió abandonar la tierra que lo había visto nacer.
Tras recorrer varias provincias argentinas, Alcalde cruzó la frontera y se instaló en la ciudad boliviana de Oruro. Durante ese tiempo, el joven chileno se ganó la vida como cuidador de plazas, camarero, ayudante de mineros y auxiliar de funeraria.
Su regreso a Chile fue algo traumático, ya que no se produjo por un deseo, sino por la necesidad de estar en su patria que experimentó después de estar al borde de la muerte como consecuencia del paludismo que había contraido.
Otra vez instalado en territorio chileno, este aventurero comenzaría a sumar experiencia en el mundo de las letras. En ese ámbito, Alcalde fue colaborador del diario «El Sur», trabajó en varias revistas, se desempeñó como profesor de Periodismo en la Universidad de Concepción, creó la colección «Nosotros los chilenos» y escribió más de treinta libros.
«Balada para una ciudad muerta», «El panorama ante nosotros», «Ejercicio sobre el tema de la rosa», «Puertas adentro», «La consagración de la pobreza», «El árbol de la palabra», «El peregrino del golfo» y «Las aventuras de la pulga Micaela» son algunos de los títulos que forman parte de la producción literaria de este hombre que falleció en la localidad de Tomé el 5 de mayo de 1992.
Debes estar registrad@ para poder comentar. Inicia sesión o Regístrate.