Nació en San Justo (Argentina) con el nombre de Pedro Bonifacio Palacios, el 13 de mayo de 1854.
Tuvo una infancia difícil. Huérfano de madre, a edad temprana, quedó bajo el cuidado de sus parientes, tras el alejamiento de su padre, padeciendo carencias económicas y afectivas.
Tras una breve incursión en el campo de la pintura, pretendió obtener una beca para viajar a Europa a perfeccionarse, pero el gobierno la rechazó. Así comienza su inclinación por las letras y la enseñanza. En esta última actividad se desempeñó dirigiendo una escuela en Chacabuco, bajo la presidencia de Sarmiento. Tenía sólo 16 años, y carecía de título habilitante, por lo cual perdió su trabajo. Sin embargo, muchos opinan que esto ocurrió a causa de dar a conocer escritos y poemas de tinte político y contrarios al gobierno. Recién retornó a la actividad pedagógica en 1894, en un colegio de Trenque Lauquen, donde sólo trabajó dos años, otra vez por sus controvertidas opiniones políticas.
En el lapso en que no ejerció el magisterio, trabajó en la Cámara de Diputados de Buenos Aires y posteriormente como bibliotecario y traductor. En 1887, se mudó a La Plata, donde se desempeñó como periodista en el diario “El pueblo”.
Vivió la transición entre el romanticismo y el positivismo, no pudiéndose encuadrar a su obra en un estilo determinado. Sus creaciones manifiestan su propia subjetividad: su dolor ante el sufrimiento humano, sus dudas y su prédica hacia un mundo más luchador y justo.
Aunque utilizó varios seudónimos, el más conocido es el de Almafuerte.
Se destacan entre sus obras: “Lamentaciones” (1906), “Evangélicas” (1915), “Poesías” (1917), “Nuevas poesías” (1918), “Milongas clásicas”, “Sonetos medicinales” y “Discursos” (1919). Su poema “Piú Avanti”, es uno de los más afamados, y se incluyó en “Los siete sonetos reparadores”, dentro del “Cantar de los cantares”. También pueden citarse: “La inmortal”, “El misionero”, “Trémolo” y “La sombra de la patria”.
Falleció en La Plata, Argentina, el 28 de febrero de 1917.
Poemas de Almafuerte en Poemas del Alma
Comentarios3
muy linda pagina a mi me rre ayuda coole
Los poemas de Pedro B. Palacios, o Almafuerte, me han ayudado mucho en épocas de crisis y desaliento; levantan la moral, por ejemplo el soneto que dice: Todos los incurables tienen cura, cinco segundos antes de lamuerte. Jajaja
O el que dice: Procede como Dios, que nunca llora/ o como Lucifer, que nunca reza/ o como el robledal, cuya grandeza/ necesita del agua y no la implora.
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