Para muchos escritores, el periodismo ha sido la puerta de entrada al mundo de las letras. Varios autores también se han ganado la vida al desempeñarse en las relaciones públicas e institucionales de distintas empresas, como es el caso de Kurt Vonnegut en General Electric, antes de poder vivir de sus libros.
El colombiano Álvaro Mutis es un ejemplo que conjuga ambos casos. Nacido el 25 de agosto de 1923 en Bogotá, pasó gran parte de su infancia en Bélgica debido al trabajo de su padre. Tras la muerte de éste, acontecida en 1932, Mutis regresó a Colombia.
Su acercamiento al periodismo se produjo en 1942, cuando comenzó a trabajar en la emisora radial “Nuevo mundo”. También fue locutor de “Radiodifusora Nacional de Colombia”. El mercado laboral lo llevó luego a desempeñarse como relacionista público de Esso, Standard Oil y Columbia Pictures, entre otras empresas.
Sus primeros poemas aparecieron en el diario “El Espectador”. A partir de 1956 se instaló en la Ciudad de México, donde continuó con su tarea literaria y entabló relación con distintos intelectuales, como Octavio Paz y Carlos Fuentes. Su viaje a México estuvo relacionado a una demanda en su contra por el manejo de fondos que Esso había asignado a obras de caridad. Cuando esa denuncia lo alcanzó en territorio mexicano, Mutis pasó 15 meses detenido en la cárcel de Lecumberri, donde escribió “Diario de Lecumberri”.
Obras poéticas como “Los elementos del desastre”, “Reseñas de los hospitales de Ultramar”, “Summa de Maqroll el Gaviero” y “Un homenaje y siete nocturnos”, junto a libros narrativos como “La mansión de Araucaíma”, “La nieve del Almirante”, “La verdadera historia del flautista de Hammelin”, “Ilona llega con la lluvia”, “La muerte del estratega” y “Tríptico de mar y tierra”, entre otros, conforman su acervo literario.
Álvaro Mutis ha recibido galardones como el Premio Nacional de Letras de Colombia (1974), el Premio de la Crítica de Los Abriles (1985), el Premio Xavier Villaurrutia (1988), el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (1997), el Premio Príncipe de Asturias (1997) y el Premio Cervantes (2001). También fue nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad del Valle y por la Universidad de Antioquia.
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Magnifico!
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