Aunque a lo largo de su vida también se desempeñó como artista gráfico, pintor, dibujante y crítico literario, el escritor polaco de origen judío Bruno Schulz quedó en la historia del mundo de las letras como uno de los más sobresalientes estilistas de la prosa polaca del siglo XX.
Su nacimiento se produjo en Drohobycz el 12 de julio de 1892 en el seno de una familia que evitó vivir en base a las tradiciones judías que traian por herencia.
Tras finalizar el bachillerato, Schulz ingresó por consejo de su entorno en la Facultad de Arquitectura del Instituto Politécnico de Lwów, pero una enfermedad que le afectó el corazón y los pulmones lo obligó a interrumpir sus estudios hasta 1913.
Si bien el autor intentó regresar a clase, el estallido de la Primera Guerra Mundial volvió a modificarle los planes. Después de ese episodio, Bruno viajó a Viena, donde asistió a algunos cursos de Arquitectura y comenzó a frecuentar la Academia de Bellas Artes.
Al retornar a su localidad natal, este polaco entraría en contacto con «Kalleia» (un grupo formado por jóvenes apasionados por el arte) e iniciaría un periodo autodidacta en el campo de la pintura y la literatura.
Años más tarde, la vida lo encontraría como profesor de dibujo y participante de diferentes exposiciones de dibujo, grabado y pintura al óleo, pero también como autor de obras como «Los pájaros», «Las tiendas de canela fina», «El segundo otoño», «La noche de julio» y «La época genial».
Con el tiempo, muchas de las propuestas literarias del también creador de «El sanatorio de la Clepsidra», «El cometa» y «La Patria» serían traducidas a otras lenguas y servirían de inspiración para varias películas y obras teatrales.
La vida de Bruno Schulz llegó a su fin de forma trágica el 19 de noviembre de 1942, fecha en la cual recibió un disparo por parte de un integrante de la Gestapo cuando se disponía a escapar de su tierra natal.
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