El 26 de octubre de 1673 nació en Silişteni un niño llamado Dimitrie Cantemir que, con el tiempo, se transformaría en un destacado hombre de letras que llegaría a ser miembro de la Academia Real de Berlín y príncipe de Moldavia, en dos oportunidades.
Los datos vinculados a su formación académica dan cuenta de que, durante los primeros años, Cantemir fue educado en su hogar, ámbito donde aprendió griego, latín y conoció a los autores clásicos. Tiempo más tarde, entre 1687 y 1710, época en la que la familia se vio obligada a exiliarse en Istanbul, el joven asistió a la Academia Griega del Patriarcado. Allí, además de estudiar la historia del Imperio Otomano y aprender el idioma turco, compuso música.
Respecto al rol de Dimitrie como príncipe de Moldavia, se puede decir que sólo llegó al trono en 1710. Antes, si bien figuraba como sucesor de su padre, en su lugar había reinado Constantin Duca.
En 1711, tras haber sido derrotado por los turcos en la Batalla de Stănileşti, Cantemir decidió instalarse en Rusia junto a toda su familia. Allí, este hombre que, a lo largo de su vida, llegó a contraer matrimonio en dos oportunidades, fue nombrado Knyaz del Imperio Ruso por Pedro I y Reichsfürst del Sacro Imperio Romano Germánico por el emperador Carlos VI.
Más allá de estos títulos nobles, es importante resaltar que Dimitrie Cantemir, gracias a sus conocimientos de investigación orientalista y a su talento para hablar y escribir en once idiomas, fue uno de los lingüistas más destacados de su tiempo.
«Historia del aumento y declive del Imperio Otomano», «Crónica de la antigüedad de los romano-moldo-valacos» y «El diván o la disputa del sabio con el mundo, o el juicio del alma con el cuerpo» son algunos de los títulos que componen la obra de este filósofo, historiador, musicólogo, lingüista, etnógrafo y geógrafo que falleció en 1723.
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