El escritor y diplomático argentino Eduardo Mallea, hijo de Manuela Artiria y un médico llamado Narciso Segundo Mallea que le inculcó desde pequeño el amor por la literatura, nació en la ciudad bonaerense de Bahía Blanca el 14 de agosto de 1903.
Tras realizar junto a sus padres un viaje por el continente europeo, Eduardo comenzó a asistir a un colegio inglés situado en su localidad natal, pero esa formación llegó a su fin en 1916 como consecuencia de la decisión familiar de instalarse en Buenos Aires.
En 1923, ya con el relato «La Amazona» publicado, el joven autor consigue que el diario «La Nación» difundiera «Sonata de soledad», una obra que surgió poco antes de la creación de «Cuentos para una inglesa desesperada».
Las buenas repercusiones obtenidas con sus primeros textos lograron darle la fuerza y la valentía necesarias para abandonar la carrera de Abogacía que había iniciado tiempo antes y confiar en el puesto de redactor que, por esa época, le ofrecieron las autoridades de «La Nación», medio en el cual llegó a ser durante décadas el director del suplemento literario.
A partir de entonces, la producción literaria de Eduardo Mallea se vio ampliada a través de títulos como «La angustia», «La ciudad junto al río inmóvil», «Historia de una pasión argentina», «La bahía de silencio» y «Todo verdor perecerá», por citar sólo algunos.
En 1944, a nueve años de haber sido distinguido por la Municipalidad de Buenos Aires con el Primer Premio de Prosa, el escritor contrajo matrimonio con la poetisa Helena Muñoz Larreta. Meses más tarde, su desempeño literario sería reconocido a través del Premio Nacional de Literatura.
El 12 de noviembre de 1982, la vida de este destacado exponente de las letras argentinas que, a lo largo de su trayectoria, supo ganar prestigio a nivel internacional, acumular galardones, hacerse cargo en París de la Embajada Argentina ante la UNESCO y brindar conferencias en numerosas instituciones académicas, llegó a su fin.
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