Aunque Émile Michel Cioran, el escritor y filósofo nacido el 8 de abril de 1911, era de origen rumano, la mayor parte de su producción literaria (donde puede apreciarse una clara influencia de Friedrich Nietzsche, Arthur Schopenhauer y Philipp Mainländer) ha sido publicada en lengua francesa.
Dentro de estas obras a través de las cuales Cioran alcanzó reconocimiento dentro del mundo de las letras (a pesar de que él evitaba considerarse escritor) se encuentran títulos como «En las cimas de la desesperación», «El libro de las quimeras», «El ocaso del pensamiento», «Ejercicios de admiración», «Breviario de podredumbre», «La tentación de existir», «La caída en el tiempo», «El aciago demiurgo», «Del inconveniente de haber nacido», «Ese maldito yo» y «Conversaciones», entre otros.
Durante su juventud, este ensayista rumano que escribía como forma de hacer un poco más llevadera su vida, estudió Filosofía en la Universidad de Bucarest y, de acuerdo a algunas versiones, integró el movimiento fascista conocido como Guardia de Hierro, una militancia que, según otras informaciones difundidas, nunca existió. Más allá de ese dato difícil de confirmar, lo cierto es que este autor volcó en su obra un gran pesimismo que, mientras para algunos fue producto del arrepentimiento experimentado por haber formado parte de la mencionada organización política, para otros se originó debido a la melancolia que sentía Cioran por haber dejado atrás a su infancia.
Cabe destacar que este filósofo no sólo renunció a su nacionalidad sino que se declaró apátrida y adoptó el francés para dar a conocer sus trabajos literarios, también estudió, gracias a una beca obtenida por su tesis sobre el filósofo francés Henri Bergson, en el Instituto Francés de París. A partir de allí, Émile Michel Cioran residiría en esa ciudad hasta el 20 de junio de 1995, fecha en la que tuvo lugar su fallecimiento.
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