El poeta español Emilio Prados, quien, al igual que Concha Méndez, Gerardo Diego y Luis Cernuda, entre otros, formó parte de la llamada Generación del 27, nació en Málaga el 4 de marzo de 1899.
En 1914, este joven que cursó sus estudios iniciales en su ciudad natal, ingresa en Madrid al Grupo de Niños de la Residencia de Estudiantes, un internado en el cual conoce a Juan Ramón Jiménez, un escritor que despierta en Prados el interés por la poesía.
Tras interrumpir de forma obligada su formación a causa del agravamiento de una enfermedad pulmonar desarrollada durante su niñez que lo mantuvo internado alrededor de un año en el sanatorio suizo de Davosplatz, este apasionado del mundo de las letras que llegó a ser amigo de Federico García Lorca, Salvador Dalí y Luis Buñuel, entre otros, se dedicó a leer las obras de los representantes más destacados de la literatura europea, comenzó a asistir a diversos cursos dictados en las universidades de Friburgo y Berlín, recorrió varios museos y galerías de arte situados en las principales ciudades alemanas y se consolidó como escritor.
Ya de regreso en la ciudad que lo vio nacer, este español fundaría junto a Manuel Altolaguirre la revista «Litoral» y, en 1925, desarrollaría su faceta de editor en la imprenta «Sur». Por ese entonces, además, Prados empezaría a multiplicar las evidencias sobre sus aptitudes literarias a través de títulos como «Tiempo», «Veinte poemas en verso», «Seis estampas para un rompecabezas», «El misterio del agua», «El llanto subterráneo», «Tres cantos», «Romancero general de la guerra de España», «Memoria del olvido», «Río natural» y «Signos del ser», entre muchos otros.
Este integrante de la Alianza de Intelectuales Antifascistas que, en 1938, fue distinguido con el Premio Nacional de Literatura, falleció en México el 24 de abril de 1962.
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