Pese a que su familia decidió llamarla Agar Eva Infanzón Canel, la periodista y escritora española que nació en Asturias el 30 de enero de 1857 logró trascender como Eva Canel, el seudónimo que había elegido para desarrollar su profesión.
La autora era apenas una niña de tres años de edad cuando su padre, el médico Pedro Infanzón, falleció en un naufragio. A partir de entonces, su vida transcurrió al lado de su madre, con quien se instaló durante varias temporadas en Madrid.
Ya adolescente, Eva comienza a probar suerte como actriz en el ámbito teatral y, en ese marco, conoce a Eloy Perillán y Buxó, un periodista y autor dramático que pronto se convierte en su marido.
En 1874, como consecuencia de la partida de su esposo hacia Bolivia a causa de la censura española, la escritora se convierte en directora de «La Broma», una revista satírica que hasta entonces conducía Perillán. Poco después, el matrimonio se reencuentra en La Paz, donde Canel se transforma en colaboradora de la revista «El Ferrocarril».
Recién había empezado el 1875 cuando ambos se trasladaron a Buenos Aires, la capital de la República Argentina. Allí, el matrimonio fundó «El Petróleo» y amplió su experiencia periodística, pero su estadía en territorio argentino no duró demasiado. El nuevo destino fue Lima, la ciudad peruana que los escritores eligieron como lugar de nacimiento de su único hijo.
Tras un breve paso por España, Eva, ya viuda, se instala en Cuba, país en el cual llegó a fundar el semanal satírico «La Cotorra». Los viajes hacia diferentes ciudades del mundo se repetirían en los años siguientes, pero sería La Habana la superficie que, el 2 de mayo de 1932, vería fallecer a la creadora de obras como «Manolín», «Trapitos al sol», «El agua turbia», «Fuera de la ley» y «La abuelita».
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