La escritora Flannery O»Connor, una de las autoras estadounidenses más destacadas del siglo XX, nació el 25 de marzo de 1925 en el seno de una familia acomodada de ascendencia irlandesa y fuertes convicciones religiosas que se había afincado en Georgia.
Durante su juventud, esta única descendiente que tuvo el matrimonio conformado por Edward O»Connor y Regina Cline asistió al Peabody High School y al Georgia State College for Women, donde se licenció en Ciencias Sociales. Tiempo después, Flannery ganaría una beca para ampliar sus conocimientos en la Universidad de Iowa, institución en la cual realizó un curso de creación literaria.
Tras residir en Nueva York y en Connecticut, esta mujer que conoció la fama y el éxito gracias a su buen desempeño en el mundo de las letras regresó a la granja que su familia tenía en Milledgeville. Allí, pese a las limitaciones físicas que tenía a causa del lupus que padecía (la misma enfermedad degenerativa que años atrás había llevado a la muerte a su padre), O»Connor pudo dedicarse tanto a la escritura como a la cría de pavos reales, dos actividades que le proporcionaron grandes satisfacciones.
«Sangre sabia» (adaptada al cine en 1979), «Es difícil encontrar a un hombre bueno», «Los profetas», «Las dulzuras del hogar» y «Todo lo que crece tiene que converger» son algunos de los títulos que forman parte de la producción literaria de esta estadounidense cuya figura se ha inmortalizado a través de novelas, relatos y ensayos que han sido traducidos a numerosos idiomas.
Flannery O»Connor, a quien a menudo los críticos comparan por las características de su vida y obra con el novelista estadounidense William Faulkner (creador de propuestas como «El ruido y la furia», «¡Absalón, Absalón!», «Intruso en el polvo» y «Las palmeras salvajes»), falleció el 3 de agosto de 1964.
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