El nacimiento del poeta italiano Giuseppe Parini se produjo en la ciudad de Lecco el 23 de mayo de 1729.
Su formación inicial estuvo a cargo de un párroco perteneciente a la familia de su madre pero, al cumplir sus primeros diez años de vida, este descendiente de un comerciante de seda comenzó a asistir a la Escuela Arcimbolde de Milán, una institución que hoy en día se conoce como Liceo Clásico Césare Beccaria. Por ese entonces, el joven convivió con una tía anciana que, al morir, le dejó una modesta renta con la condición de que, al ordenarse sacerdote, celebrara una misa diaria en honor a ella.
Pese a que no estaba demasiado convencido de su vocación religiosa, en 1754, dos años después de haber publicado «Algunas poesías de Ripano Eupilino», Parini tomó los hábitos. Meses más tarde, de todas formas, se ganó la vida como copista de actas judiciales, se desempeñó como preceptor en la casa de los duques de Serbelloni y dedicó su tiempo a la creación de odas como «La vida rústica», «La salubridad del aire» y «La impostura». Con los años, su producción literaria se ampliaría con textos como «Diálogo sobre la nobleza», «Mañana», «El día» y «El mediodía».
En 1769, época en la cual ya había sido nombrado poeta oficial del teatro Regio Ducale de Milán por orden del conde Firmian, el autor italiano al que se le había encomendado la educación de Carlo, el hijo del conde Imbonati, se transformó en director de la «Gaceta de Milán» y comenzó a enseñar Letras en la Escuela Palatina.
La muerte de este talentoso escritor que creía necesario disciplinar la inspiración para enfocarla sobre lo útil y verdadero para lograr una unión entre pensamiento, imágenes y palabras, se produjo en la capital de Lombardía el 15 de agosto de 1799.
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